Emboscados

Tulka Qelume y Jack Mircala establecen un espontáneo intercambio de influencias e inspiraciones de ida y vuelta. Ambos creadores abren la frondosidad de la vida, para que al fin los árboles, esta vez sí, no impidan ver el Bosque.

La presente exposición aspira a mostrar el feliz encuentro artístico que supuso para Tulka Qelume y Jack Mircala conocer y admirar sus mutuas obras, lo que les llevó a lanzarse a un espontáneo intercambio de influencias e inspiraciones de ida y vuelta.

El paisaje de Tulka Qelume transmite multitud de sensaciones, amplias y contradictorias como un azaroso viaje entre la dulzura y la furia, del blanco y negro más adusto a la tormenta cromática más intrépida. Su obra es sencillamente evocadora por su tendencia a la abstracción, y deja en el ánimo del espectador un rastro de algo conocido, esquemático y arquetípico como un cuento de infancia, pero profundamente teñido de emoción, desgarro y pasión.

Mircala, sorteando un tiempo de necesarios cambios estilísticos y temáticos, encontró en los bosques de Tulka Qelume, de un modo inesperado, un catálogo de naturalidad y espontaneidad plástica manifestadas con frescura en el trazo y energía en el gesto, y con toda la belleza del arte en su estado más puro y desinhibido. A su vez, y producto de charlas e intercambios sobre conceptos y sensibilidad artística, Tulka Qelume fue nutriéndose de imágenes, fotografías y palabras que Jack Mircala fue diseminando en un camino que para ambos comenzó a iluminarse y abrirse en medio de la frondosidad de la vida, para que al fin los árboles, esta vez sí, no impidieran ver el Bosque.